El encuentro entre dos físicos que pudo cambiar la historia.

El encuentro entre dos físicos que pudo cambiar la historia.

Este jueves llega a nuestro efervescente teatro Bergidum, Copenhague, escrita por el dramaturgo y novelista inglés Michael Frayn (1933), narra el misterioso y seguramente decisivo encuentro entre el físico danés, Niels Bohr y su discípulo Werner Heisenberg, que tuvo lugar en la capital danesa, y que da nombre a la obra , en el año 1941.

Automáticamente y tal vez, debido a los extraños resortes que mueven mis pensamientos, esta obra de teatro me conduce hasta una de las mejores series de todos los tiempos, que no es otra que, Breaking bad, adivinando que uno es un poco friki, se preguntarán ¿Por qué? – ¡Elemental querido Watson! – porque el hecho de que el profe de química, Walter White, se haya bautizado asimismo como Heisenberg ya nos da pistas de que nos vamos a encontrar con un personaje complejo, hecho de luces y de sombras como el Heisenberg real, de carne y hueso.

Para irse “fisionando” con la historia es importante conocer “quien fue quien.” Heisenberg comenzó su carrera como ayudante de Max Born unos de los padres de la mecánica cuántica (ganó el Nobel de física junto al físico alemán Walter Bothe en el año 1954) en el la Universidad de Gotinga, centro de referencia mundial en el ámbito científico de principios del siglo XX, tras obtener una beca de la Fundación Rockefeller, se fue a Dinamarca para trabajar bajo la dirección de Bohr en la Universidad de Copenhague, donde permaneció hasta el año 1927.

En el año 1932, con tan solo 31 años Heisenberg gana el Nobel de Física, por el modo de formular la mecánica cuántica en términos de matrices. Siendo ya un científico de relevancia, en el año 1939, se une al proyecto de investigación nuclear alemán.

Es necesario señalar que, aunque Heisenberg trabaja para el régimen nazi, se había manifestado de forma abierta al igual que otros científicos no- judíos, o considerados “arios” contrario al antisemitismo de Hitler, en aquel tiempo las purgas de científicos judíos era una practica corriente, su posición contraria a las políticas Hitlerianas, le valió ser investigado por los servicios secretos alemanes hasta que Himler toma cartas en el asunto, tomándolo bajo su protección.

Heisenberg se incorpora a un grupo formado por nueve físicos alemanes, entre ellos varios premios Nobel, conocido como “el club del uranio” cuya misión era investigar el uso de la energía nuclear para el desarrollo armamentístico, la clave de la investigación residía en aprovechar el descubrimiento del neutrón y de los materiales fisionables para generar un proceso de reacción en cadena, es decir construir una bomba atómica liberando ingentes cantidades de energía.

Por otro lado Bohr también, galardonado con el premio Nobel de física en 1922, por sus contribuciones fundamentales para la comprensión de la estructura del átomo y de la mecánica cuántica, era descendiente por parte de madre de una adinerada familia judía y ejercía como profesor de física teórica en la Universidad de Copenhague, además de dirigir el Instituto Nórdico de física Teórica en el que trabajaban muchos científicos judíos bajo su supervisión, por lo que no es de extrañar que se negara a colaborar con los nazis cuando éstos invaden Dinamarca y que le costó su huida del país instalándose en Londres, dónde una vez a salvo y ante la creencia de que el descubrimiento por los nazis de la bomba atómica era inminente, se une al proyecto Manhattan llevado a cabo en los Álamos Nuevo México y liderado por USA y con colaboración de Reino Unido (es necesario señalar que Londres era el lugar elegido por los alemanes para detonar la bomba atómica) y Canadá, cuyo objetivo era el de desarrollar la primera bomba atómica antes de que la Alemania nazi la consiguiera.

Finalmente, y resumiendo, los investigadores de USA se adelantaron a los alemanes en el desarrollo de la bomba atómica y aunque las causas por las que se adelantaron todavía no estan del todo claras, parece ser que es reconocido que los alemanes no dispusieron de los recursos necesarios para su fabricación, mientras que los americanos pudieron acceder más fácilmente a los recursos radioactivos y tuvieron una capacidad organizativa mayor en tiempos de guerra.

El resultado del proyecto Manhattan es que los americanos, detonaron dos bombas una de uranio y otra de plutonio en el año 1945 sobre las ciudades de Nagasaki e Hiroshima, matando a más de 246.000 personas, aunque no todas murieron al instante, se calcula que la mitad falleció debido a sus terribles efectos, canceres, envenenamientos….

Volviendo a la reunión entre Heisenberg y Bohr que ha hecho correr ríos de tinta, es inevitable preguntarse – ¿Cuál era el objetivo del físico alemán? – Aunque los expertos hayan tenido acceso a las cartas del archivo Niels Bohr en el año 2002, aun quedan muchas incógnitas por resolver, Quien sabe… quizás Heisenberg acudió a la reunión para sonsacarle información a Bohr, porque aunque andaba cerca de desarrollar la bomba atómica, todavía no lo había conseguido o quizás, simplemente ya sabía como diseñarla pero había retrasado su construcción y lo que buscaba,era proponerle al que había sido su maestro, un acuerdo mutuo para retrasar o impedir su desarrollo y lo que ocurrió fue que Bohr no lo entendió como le confesó el propio Heisenberg a otro de sus colegas. !Dificil Saberlo! estas y otras incógnitas han quedado suspendidas en el aire, de igual manera que el papel de Heisenberg, en la guerra.

Finalizada la guerra, los servicios de espionaje británicos retuvieron a los científicos que habían formado parte del “club del uranio” en Farm Hall, cerca de Cambridge para sonsacarle información, grabando sus conversaciones, que por lo que parece no tienen desperdicio y que fueron consideradas información clasificada tanto por los gobiernos ingleses como por los norteamericanos hasta 1992.

Heinsenberg permaneció retenido en Farm Hall desde el 3 de julio hasta el 3 de diciembre de 1945. Parece ser que, en las conversaciones, los científicos muestran su sorpresa ante el lanzamiento de las bombas atómicas por parte de USA, el 6 de agosto sobre Hiroshima puesto que no los creían capaces de su desarrollo.

Algunos de los físicos que formaron parte del proyecto Manhattan y que por otro lado, habían sido colaboradores de Heisenberg manifestaron que sus colegas alemanes no habían diseñado la bomba atómica, no por motivos morales ,sino por haber errado en el cálculo de la cantidad necesaria de Uranio-235 y la masa crítica, sin embargo, mientras estaba capturado en Farm Hall, y en tan solo dos días Heisenberg proporcionó la cantidad de Uranio-235 y masa crítica necesarios para diseñarla.

Todavía quedan muchas cuestiones por resolver ¿Estaban los físicos alemanes cerca de fabricar la bomba atómica? O por el contrario ¿ya lo había conseguido, pero impidieron que los nazis dispusieran de un arma de destrucción masiva? Y en todo caso ¿Por qué los físicos que participaron en el proyecto Manhattan, no lo impidieron? ¿Cuál es la responsabilidad ética de los científicos? ¿Fue Heisenberg un villano o un héroe? ¿Fueron los científicos del proyecto Manhattan más héroes o villanos que Heisenberg?

Se me ocurre finalizar el texto respondiendo a estas cuestiones con el principio de incertidumbre o principio de indeterminación por el que es conocido Heisenberg, según el cual “es imposible medir simultáneamente, y con precisión absoluta, el valor de la posición y la cantidad de movimiento de una partícula”.

Vayamos a ver la obra de Michael Fray, así como dejémonos seducir por el trabajo de Emilio Gutiérrez Caba en el papel de Bohr, de Carlos Hipólito en el papel de Heisenberg y de Malena Gutiérrez en el papel de Margrethe, mujer de Bohr pero sobre todo reflexionemos….

Nos veremos en el teatro o en las redes, ¿Quién Sabe?….

Más info:

Blog Cuentos Cuánticos

https://cuentos-cuanticos.com/2013/04/03/heisenberg-bombas-nucleares-nazis/

Heinserbeg de la incertidumbre cuántica a la bomba atómica nazi, Antonio Fernández Rañada. Nivola libros y Ediciones, (2008).
My Dear Ly. Werner Heisenberg, Elisabeth Heisenberg. Correspondence (1936-1947) Yale University Press.
El correo gallego, El club del Uranio. José Carlos Bermejo.

https://www.elcorreogallego.es/opinion/firmas/ecg/el-club-del-uranio/idEdicion-2016-05-01/idNoticia-994780